Con la nueva tecnología tenemos celulares que pueden hacer casi de todo, desde grabar en video, tomar fotos y es ahí donde la ciudadanía mundial básicamente se ha tornado en una forma de espectadores, porque a pesar de que ven cosas como accidentes y maltratos; lo que primero que se les ocurre es el sacar el teléfono celular para poder grabarlo antes de ayudar.
Dirán muchos que es algo nuevo, porque nuestros antepasados si ayudaban, pero déjenme decirles que es algo que sigue siendo lo mismo, salvo que ahora se tiene la oportunidad de grabarlo y reproducirlo miles de veces.
No digo que todos fueran así, pero antes al ver un accidente vial, mucha gente lo primero y único que hacían era detenerse para ver solamente, pero no para poder servir y ayudar en algo.
Ahora se detienen para poder grabarlos con el celular.
Lamentablemente el ser humano ha tenido morbo con la desgracia ajena, para ver que es lo que sucede con la tragedia de la persona de enseguida.
Ahora con las redes sociales vemos miles de fotografías y videos de peleas y accidentados, donde pareciera que ya a todos se les dio el “Don” del periodismo.
Es evidente que también ha servido para poder hacer poderosas denuncias, como el caso de George Floyd. Pero los primeros días, hubo comentarios del porque la gente presente y los que grababan no hicieron nada al ver que los policías lo sometían con mucha rudeza.
Para los reporteros hasta qué grado pudieran meterse en el evento o accidente para poder grabar y tomar una foto? Porque hay quienes tienen la idea de que no deben perturbar la noticia y no ayudar a las personas, debido a que ellos solamente están para anunciarla. Pero hay el reclamo cuando las mismas personas y los policías los atacan, al verlos grabando encima de los accidentados.
Como espectador no se percibe el detalle del morbo, hasta que les toca su propio accidente y se topan con una cámara frente a ellos o cuando les toca tener un familiar en primera portada todo accidentado. Es ahí cuando solo notamos el grado de amarillismo, porque el accidente fue personal.
Desgraciadamente muchos entienden el punto, cuando les toca alguna desgracia personal. Recuerdo cuando un fotógrafo reclamaba cuando los policías lo quitaban de la escena del crimen o de los accidentes, pero no sintió lo mismo cuando su familiar tuvo un percance vial y había fotógrafos tomando el momento. Al llegar a la escena, exploto y golpeo a muchos de sus mismos compañeros por estar fotografiando al accidentado.
Cuando digo que nos volvimos meramente espectadores, es que antes solo se quedaban viendo sin ayudar, pero ahora lo graban y lo exhiben en redes sociales, donde ya no existe edad para hacerlo, ya que es frecuente ver que salen videos de niñas de secundaria peleándose y notamos que ya nadie hace nada para tratar de detenerlas.
Llegamos a un sentido del morbo cada vez más fuerte, pero ahora lo podemos publicar en el internet.
En la cuestión de la política solo existe el conformismo de solo estar quejándose, pero nunca de hacer algo para poder cambiar la situación, donde siempre le echamos la culpa a los gobiernos y a los demás. Las redes sociales se han convertido en un perfecto detonante para desfogar todas las inconformidades y quejas que la población trae consigo.
El morbo es muy fuerte, pero llega un momento que es mas importante el grabar y demostrar que estuvieron ahí presentes en el acto, porque quieran o no, igualmente nos gusta estar presente dentro de lo prohibido y de los sucesos poco comunes.
Cuando vemos accidentes o personas en alguna situación incómoda, se goza el estar presentes en primera fila. De hecho, en lo personal me ha tocado ver a gente que quitan a las personas alrededor de manera grosera para estar grabando y ser espectador encima del suceso.
En las redes sociales vemos el problema, nos asombramos, la reclamamos, la hablamos, pero al final no hacemos nada y seguimos con nuestras vidas.
Muchos dirán que ni modo de estar ayudando a todas las personas que vemos con problemas en la calle o en las redes sociales, pero si se puede y por lo pronto, lo mejor es no crear más morbo ,recreando y re posteando cibernéticamente el conflicto, solo para hacerla de promotor y juez, pero sin darle ayuda.
Algunos psicólogos destacan que esto es un problema psicológico, pero lo malo es que sería todo el planeta con el mismo síntoma.
Pero es cierto que también el morbo y ser espectador es una característica del ser humano, porque nos gusta ver y saber de cosas que son prohibidas. Otros mencionan que ser morbosos es algo común en todas las personas, pero lo malo es cuando se sale fuera de lo normal, como pudiera ser que ellos mismos hayan realizado los accidentes o que además siempre estén promoviéndolas de manera constante. Cosa que lo vemos a diario en las redes sociales.
Con la innovación de la tecnología esto ha sido un “Boom”, en el sentido de que ya rompimos el limite o más bien nos preguntamos, Donde está el límite?.
Lo que si es cierto es que antes también existía el morbo, tal es el caso de las peleas de gladiadores durante la época romana. La gente acudía para ver cómo se mataban entre ellos o como los leones devoraban a los cristianos.
El punto es que ahora tenemos la posibilidad de grabarlo, donde preferimos mil veces eso, que poder ayudar a la persona que tiene el percance. Estamos en un mundo donde queremos mejor darle like a la fotografía, re posteándola en tu muro y haciéndole un hashtag, tratando de mostrar que eres solidario con el problema.
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