Es muy frecuente ver cómo los mismos empleados llegan a atacar a su propio trabajo dentro de las redes sociales o en alguna conversación. Unas personas que trabajaron para una maquiladora bastante grande, donde parecía no tener problemas, pero era porque los dueños no vivían en el país, así que no se enteraban de lo que sucedía dentro de su empresa.
Los directivos se dieron cuenta cuando empezó haber menos ventas, así que decidieron acudir personalmente. Al parecer no era mucho, pero se enteraron que eran los mismos empleados los que denigraban y hacían comentarios negativos y despectivos en su Facebook y en sus ratos libres. Obviamente esto no les gusto y en lugar de hablar con ellos, decidieron correrlos sin ningún prejuicio, ya que no querían que estas personas se justificarán.
Esto para los dueños y directivos, fue considerado como un completo autogol, porque estaban desprestigiando a la empresa y a la marca que representaban, pero los empleados no entendían lo que estaban haciendo y pensaron que nunca les pasaría nada, a pesar de que se les advirtió años antes por los jefes locales.
Esto pasa en muchos negocios y sobre todo en la política, cuando vemos hablar mal en entrevistas y redes sociales, sobre su mismo partido, pensando que despotricar le beneficia a la marca o lo peor es que lo hacen para maltratar a una persona, pero se llevan entre las patas a todos. Que pudiera ser en algunas ocasiones, pero si alguien hace esto su modus vivendi, lo mejor es que se cambie de partido, porque si no está a gusto con las reglas y su ambiente, lo más conveniente es que cambie de empresa, partido o de gobierno.
Puedes estar enojado por cómo se manejan dentro de su trabajo y conllevar con la sociedad, y puedes hacer reclamos, pero también hay que saber que están en un mismo equipo. Es como si estas en el Real Madrid vs el Barcelona y a Messi se le ocurre meter un gol en su portería, solo porque le cae mal el portero y el director técnico. Esto en negocios, el fútbol y en la política se le llama autogol. Esto es lo que hacen cientos de personas que dicen estar en una empresa o partido político, pero se la pasan renegando por todo lo que sucede en su interior y dentro de su proceder.
La ropa se lava en casa es lo que siempre se dice, pero cuando lo llevas a una forma pública y permanente, sin un sentido justo y sin una razón viable, es autogol. Solo se pudiera hacer cuando la situación lo amerite, ya sea por delincuencia o contra los derechos humanos.
La marca es lo que respalda a un producto, servicio o gobiernos, ya que es aquí donde la gente se siente identificada para su consumo, voto o compra.
Dentro de la política hay personas que lo hacen a diario, casi como si fuera su trabajo pretendiendo que le hacen un bien a su empresa, gobierno y a su partido, pero es lo mismo como cuando alguien habla mal de un producto; nunca va a mejorar por despotricar.
Es cierto que al hacerlo público puede tener repercusión y a lo mejor hasta alguna mejoría, pero cuando se hace a diario y frecuente, es alguien que ya no le interesa el producto y se le llama sabotaje, porque piensa que solo su forma de trabajar es lo mejor.
Pero hay que recordar que nadie sigue a una persona, servicio, producto o político conflictivo.
Lo peor del caso es que a mucha gente le encanta estar dentro de ese conflicto y de ahí hace su permanencia. Es como una serie de televisión que se llamaba “Revolución”, donde se acababa la energía eléctrica por todo el planeta por una situación desconocida, así que todo se volvió como la edad media. El detalle es que uno de los generales más importantes que lideraban así como una especie de gobierno militar rebelde, pues antes era un conserje que todo mundo humillaba de la peor manera. Así que esta situación de anarquía le beneficiaba y le gustaba mucho, porque ahora era el líder de todo el país. Así pasa con mucha gente que prefiere estar dentro del caos, porque le gusta y le beneficia más.
