El presidente Donald Trump puso su firma en una orden ejecutiva que busca frenar la reventa desmedida y las tarifas que inflan los precios de boletos para conciertos y eventos en vivo. Con esta jugada, Trump (quien esta semana también destapará aranceles recíprocos), apunta a Ticketmaster y al mercado secundario, exigiendo transparencia total en los costos desde el primer clic hasta la compra final.
La orden manda a la Comisión Federal de Comercio (FTC) y al Departamento de Justicia a apretar las tuercas en la industria del entretenimiento, haciendo cumplir leyes como la Ley BOTS contra la compra masiva de boletos por bots. Además, pide a las autoridades estatales sumarse a la cruzada. Según la Casa Blanca, el objetivo es claro: precios justos y menos maniobras turbias.
Revendedores en la mira
Trump también enlistó a la fiscal general Pam Bondi y al secretario del Tesoro, Scott Bessent, para asegurar que los revendedores cumplan con el código tributario y las leyes vigentes. “Esto beneficia a la gente, al público que ama los conciertos, y pone fin a la manipulación que todos han visto crecer”, dijo Trump desde el Despacho Oval, flanqueado por Kid Rock, uno de sus fieles aliados de campaña.
El cantante no se guardó nada: “Los bots se quedan con los mejores boletos y los revenden con ganancias del 400 o 500%. Los artistas no ven un centavo, y los fans pagan el precio”. Según él, Ticketmaster y otras plataformas se llenan los bolsillos con cada transacción.
Un informe con dientes
La orden no se queda en palabras: en 180 días, el Tesoro, Justicia y la FTC deberán entregar un reporte detallando acciones tomadas y proponiendo nuevas reglas o leyes para proteger a los consumidores.
¿Eco de Biden?
La estrategia de Trump recuerda a la de Joe Biden, quien combatió las “tarifas basura” para transparentar costos ocultos en boletos, hoteles y más, en medio de la inflación que marcó su gobierno. En 2023, bajo esa presión, Ticketmaster cedió y empezó a mostrar precios totales desde el inicio, algo que también adoptó SeatGeek. Sin embargo, Trump dio un giro al desmantelar la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, un pilar de la era Biden odiado por los conservadores.
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