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La senadora Andrea Chávez en el ojo del huracán: ¿Solidaridad o ambición desmedida?

La senadora de Morena por Chihuahua, Andrea Chávez, se encuentra en el centro de la polémica por el uso de las llamadas “Caravanas de la Salud”, un proyecto que, lejos de ser un acto altruista, parece ser una descarada estrategia de promoción personal rumbo a las elecciones de 2027. Lo que podría interpretarse como un esfuerzo por llevar atención médica a comunidades vulnerables se ha convertido en un escándalo que pone en duda su ética y legalidad como servidora pública.

El problema no radica en la existencia de las caravanas, sino en cómo Chávez ha estampado su rostro y cargo en las unidades móviles, un acto que viola flagrantemente el Artículo 134 de la Constitución, el cual prohíbe a los funcionarios públicos usar recursos o su imagen para autopromocionarse. Reportajes recientes, como el publicado por Latinus el 18 de marzo de 2025, revelan que estas caravanas, con un costo estimado de 30 millones de pesos, estarían financiadas por el empresario Fernando Padilla Farfán, un contratista ligado a gobiernos de Morena y amigo cercano del senador Adán Augusto López. Este vínculo sugiere un esquema de favores políticos que huele a corrupción y tráfico de influencias.

El PAN no se ha quedado de brazos cruzados y el 1 de abril de 2025 presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República, acusando a Chávez de hasta 15 delitos federales, incluyendo actos anticipados de campaña, peculado, lavado de dinero y delincuencia organizada. La oposición argumenta que, aunque la senadora asegura que los recursos provienen de “donativos privados”, esto no la exime de transparentar su origen ni justifica el uso de su imagen en un contexto que claramente busca posicionarla como candidata a la gubernatura de Chihuahua.

Su defensa, basada en victimizarse y acusar una “persecución política” por parte del gobierno estatal de Maru Campos, resulta poco convincente. Si las caravanas fueran genuinamente un esfuerzo desinteresado, ¿por qué la necesidad de personalizarlas con su rostro? ¿Por qué no transparentar desde el inicio el financiamiento? Sus respuestas evasivas y su tono desafiante solo refuerzan la percepción de que busca evadir responsabilidades mientras se escuda en un supuesto amor al pueblo.

El colmo es que, mientras Chávez presume estas caravanas como una solución a las carencias de salud en Chihuahua, ella misma votó a favor de un recorte brutal al presupuesto de salud para 2025, que incluye un 68.8% menos para vacunación y un 34% menos para atención primaria. Esta contradicción expone cierta hipocresía: por un lado, recorta fondos públicos esenciales; por otro, usa recursos opacos para proyectarse como salvadora.

 

En conclusión, el caso de Andrea Chávez no es un ejemplo de solidaridad, sino un reflejo de la ambición desmedida y el cinismo que caracterizan a ciertos políticos.

Por eso mismo la Presidenta Sheinbaum dijo enviar carta a la dirigencia de Morena, para precisamente acabar con los adelantados, porque esto no solo ataca a Chávez, sino a todo el partido. Sheinbaum explicó que su intención es sugerir al partido que establezca reglas claras para evitar que cualquier militante se adelante en los procesos electorales, enfatizando que no se trata de una orden, sino de una recomendación como “militante con licencia”. Dijo que busca recordar la ética del movimiento de la Cuarta Transformación, donde el objetivo no es “llegar al poder por llegar”, sino transformar el país, y que todos deben dar ejemplo respetando los tiempos establecidos.