La situación del agua en Chihuahua es compleja debido a la sequía prolongada y los compromisos del Tratado de Aguas de 1944, que obliga a México a entregar 2,158 millones de metros cúbicos de agua cada cinco años a Estados Unidos, principalmente desde el Río Bravo. Actualmente, las presas de Chihuahua, como La Boquilla y Las Vírgenes, están por debajo del 40% de su capacidad debido a la sequía de 2023, lo que limita severamente la disponibilidad de agua para cumplir con el tratado sin afectar a las comunidades locales y los agricultores.
¿Hay agua suficiente?
No, Chihuahua enfrenta una crisis hídrica que dificulta cumplir con el tratado. La región depende principalmente de aguas subterráneas, que están sobreexplotadas, y las presas no tienen el volumen necesario para satisfacer tanto las necesidades locales como las obligaciones internacionales. En 2020, protestas de agricultores en Chihuahua, que incluso tomaron la presa La Boquilla, reflejaron la tensión por el agua, ya que temían que las entregas a EE. UU. dejaran sin recursos a sus cultivos.
¿Qué se puede hacer?
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Negociación binacional: México está negociando con EE. UU. para flexibilizar el calendario de entregas, como se ha hecho en el pasado, permitiendo diferir pagos al próximo ciclo (2025-2030) cuando las condiciones sean más favorables. Las Actas 319 y 323 del tratado han mostrado que la cooperación puede generar soluciones creativas, como almacenar agua mexicana en presas estadounidenses.
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Optimización de recursos: Chihuahua ha implementado un plan de manejo de agua que incluye el tratamiento y reúso de aguas residuales para irrigación y usos industriales, liberando agua potable para consumo humano y compromisos internacionales. Expandir estas iniciativas podría aliviar la presión.
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Inversión en infraestructura: Mejorar la eficiencia de los sistemas de riego (que consumen mucha agua, especialmente en cultivos como las nogales) y construir más infraestructura de almacenamiento y recarga de acuíferos ayudaría a largo plazo.
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Gestión local: Involucrar a agricultores y comunidades en la toma de decisiones para evitar conflictos como los de 2020. La transparencia en cómo se distribuye el agua es clave para reducir tensiones.
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Fomentar la conservación: Promover campañas de uso eficiente del agua en hogares, industrias y agricultura, junto con tecnologías de riego por goteo, puede reducir la demanda interna.
Contexto actual
El gobierno mexicano propuso en abril de 2025 un plan para enviar más agua a EE. UU., pero no hay un acuerdo final. La presión de EE. UU., incluyendo amenazas de aranceles, complica las negociaciones, aunque el tratado no establece sanciones claras por incumplimiento.
En resumen, Chihuahua no tiene agua suficiente ahora para cumplir plenamente con el tratado sin sacrificar necesidades locales. La mejor vía es negociar plazos más flexibles con EE. UU., mejorar la infraestructura y priorizar la gestión sostenible del agua para evitar conflictos futuros.
La gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, expresó el 11 de abril de 2025, durante un evento en Ciudad Juárez, su preocupación por la sequía extrema que afecta a los 67 municipios del estado, lo que complica cumplir con las entregas de agua a Estados Unidos estipuladas en el Tratado de Aguas de 1944. Según Campos, Chihuahua no cuenta con el volumen de agua necesario para satisfacer esta obligación internacional sin comprometer las necesidades locales.
Reiteró la disposición de su gobierno para colaborar con la federación, pero enfatizó la necesidad de defender los recursos hídricos del estado para garantizar el abasto a la población local. “Pedimos comprensión y solidaridad para las familias chihuahuenses que ya sufren por la falta de acceso al agua”, declaró. También agradeció el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien llamó a cuidar el agua y sensibilizarse sobre la crisis hídrica en el norte del país.
Campos reconoció las presiones de Estados Unidos, incluyendo amenazas de aranceles por parte de Donald Trump, pero insistió en que Chihuahua priorizará el agua para sus habitantes, diciendo: “Vamos a defender lo que nos corresponde, nuestra agua, como lo hemos hecho antes”.
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