Intel anunció que, a partir del 1 de septiembre, sus empleados deberán trabajar desde la oficina cuatro días a la semana, modificando su actual política de trabajo híbrido que permitía dos días de teletrabajo. El CEO Lip-Bu Tan comunicó esta decisión durante la presentación de resultados del primer trimestre de 2025, destacando que la adherencia al modelo híbrido ha sido inconsistente.
“Estoy convencido de que nuestras oficinas deben ser espacios dinámicos de colaboración que encarnen nuestra cultura en acción”, afirmó Tan. Según él, el trabajo presencial promueve discusiones más productivas, agiliza la toma de decisiones y fortalece los lazos entre colegas.
Los detalles específicos de la implementación serán compartidos por los líderes locales, quienes también recogerán las opiniones del personal para optimizar la experiencia en las oficinas.
Este cambio se produce en un contexto en el que Intel planea reducir hasta un 20% de su plantilla y se suma a otras grandes tecnológicas, como Amazon, Salesforce y Apple, que han endurecido sus políticas de trabajo presencial. Aunque la evidencia sobre el impacto del trabajo en la oficina en la productividad es mixta, estudios indican que estas medidas pueden afectar negativamente la satisfacción de los empleados.
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