A primera vista, muchos podrían argumentar que en la actualidad no es imprescindible que los empleados compartan la misma doctrina o pasión por los productos o servicios de una empresa, ya que los tiempos han cambiado. Sin embargo, ¿cuántos negocios, e incluso en la política, están liderados por personas que no creen en lo que venden o promueven? Este fenómeno es común en numerosos entornos laborales.
Cuando hablamos de “doctrina”, no nos referimos necesariamente a religión, aunque algunas empresas exigen a sus empleados compartir ciertos valores o creencias. Por ejemplo, hay quienes trabajan en tabacaleras sin fumar, en cervecerías sin consumir alcohol, o incluso consumiendo productos de la competencia. Aunque lo ideal sería contar con empleados apasionados por la marca, ya que esto podría traducirse en un mejor desempeño, la realidad es que ser fan de la empresa no siempre garantiza competencia profesional.
Por un lado, algunas empresas han logrado excelentes resultados con empleados que no consumen sus productos ni comparten su ideología. Sin embargo, muchos gerentes coinciden en que es preferible contar con personas afines a la marca, ya que tienden a ser más leales y comprometidas. Con el tiempo, incluso aquellos que no son inicialmente afines deberían involucrarse más, ya que la falta de conexión puede hacerlos más propensos a cambiarse a otras marcas o partidos políticos por falta de identificación.
El dilema entre experiencia y lealtad
En muchas empresas y gobiernos, se opta por mantener al personal para evitar la curva de aprendizaje que implica incorporar nuevos empleados. Esto puede ser positivo, pero también conlleva riesgos, como la falta de compromiso con el proyecto o incluso traiciones por no compartir los valores de la organización. ¿Cuántas personas trabajan solo por lealtad a quien los contrató, pero no por la empresa, el partido o el producto? ¿Cuántos negocios, para evitar la capacitación, contratan a personas con experiencia previa, sacrificando la posibilidad de contar con empleados más leales pero menos experimentados?
La ventaja de tener empleados que consuman el producto o compartan la ideología de la empresa es clara: entienden mejor lo que venden o promueven porque lo viven. En tiempos de crisis, estas personas no abandonan el barco. Un ejemplo clásico es la película El Diablo Viste a la Moda. Andy, la protagonista, desempeña bien su trabajo, pero inicialmente no encaja en la revista de moda porque no le interesa el mundo que representa. Su jefa, Miranda Priestly, no la toma en serio hasta que Andy adopta el estilo y la “doctrina” de la revista, demostrando que la alineación con la cultura de la empresa es clave para ser valorada.
En política, el panorama es similar. Si los empleados no están completamente alineados con la ideología del partido, es probable que deserten ante el menor problema u oferta de otra fuerza política. Aunque siempre habrá opiniones divididas sobre si es más importante la experiencia o la afinidad, el verdadero desafío radica en cómo las empresas y líderes desarrollan a su equipo para fomentar lealtad y competencia.

Casos reales y lecciones
Un caso emblemático es el escándalo de Volkswagen en Estados Unidos, cuando se descubrió que la empresa manipuló las pruebas de emisiones contaminantes en sus motores diésel. La crisis desató una ola de críticas, pero los empleados de las agencias no salieron a defender la marca, principalmente porque muchos no estaban comprometidos con ella ni siquiera poseían un vehículo de la empresa. Esto resalta la importancia de contar con personal que crea en la marca en momentos críticos. Solo unos cuantos fueron los que dieron soporte en apoyar a la marca.
Otro ejemplo se dio en una exposición de negocios, donde una cervecería promocionaba un nuevo producto, pero sus representantes no conocían ni siquiera las cervezas anteriores de la marca. En otro stand, de herramientas, los encargados desconocían por completo los productos que ofrecían.
Estos casos reflejan una desconexión que puede dañar la percepción de la marca.
En el ámbito político, es común que los gobiernos contraten a personas que no comparten su ideología. Cuando surgen problemas, estas personas no defienden la causa porque no la sienten propia. Al final de una gestión, si no hay empleados afines al proyecto, pocos se quedarán para defenderlo.
Algunos casos de empresas:
-
Apple durante la crisis de liderazgo (1997)
Cuando Steve Jobs regresó a Apple en 1997, la empresa estaba al borde de la quiebra. Los empleados que permanecieron en la compañía, a pesar de las dificultades, eran en su mayoría aquellos que creían profundamente en la visión de Apple de innovación y diseño. Su lealtad permitió a la empresa reestructurarse y lanzar productos icónicos como el iMac y el iPod. En contraste, aquellos que no compartían esta visión abandonaron la empresa durante los tiempos difíciles. -
Toyota y el recall de vehículos (2009-2011)
Toyota enfrentó una crisis por defectos en los sistemas de aceleración de sus vehículos, lo que llevó a un recall masivo. Los empleados y distribuidores que consumían y creían en la marca trabajaron arduamente para comunicar la transparencia de la empresa y recuperar la confianza del público. En mercados donde los empleados estaban más alineados con los valores de calidad y confiabilidad de Toyota (como en Japón), la respuesta fue más sólida que en regiones donde el personal veía su trabajo solo como un empleo. -
Starbucks durante la pandemia (2020)
Durante el cierre de tiendas por la pandemia de COVID-19, Starbucks mantuvo a muchos empleados leales que creían en la cultura de la empresa, conocida por su enfoque en la comunidad y el bienestar de los trabajadores. Estos empleados, muchos de los cuales consumían y promovían los productos de Starbucks, ayudaron a mantener la conexión con los clientes a través de iniciativas como pedidos en línea y mensajes positivos en redes sociales. En contraste, empleados menos comprometidos con la marca no participaron activamente en estas iniciativas. -
British Petroleum (BP) y el derrame de Deepwater Horizon (2010)
Tras el desastre ambiental en el Golfo de México, BP enfrentó una crisis de imagen. Muchos empleados de oficinas locales, que no se sentían identificados con la compañía más allá de su salario, no se involucraron en la defensa de la marca. Sin embargo, los equipos de relaciones públicas y algunos ejecutivos con años en la empresa trabajaron incansablemente para mitigar el daño, mostrando compromiso con la organización a pesar de la controversia. - –
-
—Fidelidad en Política-
Fidelidad de los peronistas en Argentina durante la crisis de 2001
Durante la crisis económica y política de Argentina en 2001, el Partido Justicialista (peronista) enfrentó un colapso generalizado en el país. A pesar de las protestas masivas y el descrédito político, los militantes peronistas, profundamente identificados con la ideología de justicia social y los valores históricos del movimiento, se mantuvieron leales. Organizaron marchas, defendieron el legado del partido y trabajaron para su recuperación, lo que permitió al peronismo resurgir en las elecciones de 2003 con Néstor Kirchner. En cambio, funcionarios contratados por su experiencia técnica, pero sin afinidad ideológica, abandonaron el barco o no defendieron la causa, debilitando la cohesión del partido. -
Crisis del Partido Laborista en el Reino Unido (2010-2015)
Tras la derrota electoral de 2010, el Partido Laborista británico enfrentó una crisis de liderazgo y dirección ideológica. Los miembros y simpatizantes leales al núcleo socialdemócrata del partido, como los sindicatos y activistas de base, continuaron apoyando al movimiento a pesar de las críticas internas y externas. Su fidelidad permitió la reorganización del partido y el ascenso de figuras como Jeremy Corbyn, quien revitalizó la base con un mensaje alineado a los valores tradicionales. Sin embargo, algunos políticos laboristas que no compartían la ideología de izquierda se distanciaron o cambiaron de partido, debilitando la unidad en momentos clave. -
Morena y la transición de gobierno en México (2018-2024)
En México, durante la gestión de Morena, los militantes y simpatizantes comprometidos con la ideología de la “Cuarta Transformación” (centrada en la lucha contra la corrupción y la desigualdad) defendieron al gobierno en momentos de crisis, como las críticas por políticas de austeridad o seguridad. Organizaron campañas en redes sociales y eventos para respaldar al presidente Andrés Manuel López Obrador. Por otro lado, funcionarios contratados por experiencia técnica, pero sin conexión ideológica, a menudo no se involucraron en la defensa del proyecto, e incluso algunos desertaron a partidos opositores ante problemas o mejores ofertas.Fidelidad en Negocios-
Patagonia y la crisis económica de 2008
Durante la recesión global de 2008, Patagonia, la empresa de ropa outdoor con una fuerte misión ambiental, mantuvo la lealtad de sus empleados gracias a su compromiso compartido con la sostenibilidad. Muchos empleados, que usaban los productos y creían en la filosofía de la marca, aceptaron reducciones temporales de beneficios para ayudar a la empresa a superar la crisis. Esta fidelidad no solo permitió a Patagonia sobrevivir, sino que fortaleció su imagen como una marca auténtica, atrayendo a más consumidores alineados con sus valores. -
Cervecería artesanal BrewDog y el escándalo laboral (2021)
BrewDog, una cervecería artesanal británica, enfrentó críticas en 2021 por acusaciones de un ambiente laboral tóxico. Los empleados que consumían y creían en los productos de BrewDog, y que se identificaban con su imagen rebelde, trabajaron para promover cambios internos y defender la marca en redes sociales. Sin embargo, aquellos que solo veían su trabajo como un empleo no se involucraron en la defensa de la empresa, y algunos incluso amplificaron las críticas, lo que dañó la percepción pública de la marca.
-
-
-
Tambien hay ejemplos concretos de fidelidad en el ámbito deportivo, tanto de jugadores como de aficionados, durante momentos de crisis, que ilustran cómo la conexión emocional con un equipo o club puede influir en la lealtad frente a adversidades:
-
Steven Gerrard y el Liverpool FC (2005-2015)
Steven Gerrard, ícono del Liverpool, mostró una fidelidad excepcional durante su carrera. A pesar de ofertas millonarias de clubes como Chelsea y Real Madrid, permaneció con el Liverpool incluso en períodos de crisis, como la falta de títulos en la Premier League y problemas financieros del club. En 2005, durante la final de la Champions League contra el AC Milan, Gerrard lideró una remontada histórica (de 0-3 a 3-3) que culminó en la victoria del Liverpool. Su compromiso con el club, incluso cuando no había garantías de éxito, lo convirtió en un símbolo de lealtad. Los aficionados también mostraron fidelidad al respaldar al equipo en esos tiempos difíciles, llenando Anfield y apoyando incondicionalmente. -
Azeem Rafiq y el Yorkshire County Cricket Club (2021)
En el caso de la crisis de racismo en el Yorkshire CCC, Azeem Rafiq, un exjugador, demostró lealtad al club al exponer una cultura tóxica de racismo, a pesar de las repercusiones personales. Aunque su denuncia llevó a la pérdida de patrocinadores como Nike y Yorkshire Tea, Rafiq buscaba mejorar el club que amaba, no destruirlo. Sin embargo, la falta de lealtad de algunos directivos, que minimizaron las acusaciones como “bromas”, agravó la crisis, mostrando un contraste entre la fidelidad de Rafiq y la indiferencia de otros. Los aficionados leales apoyaron a Rafiq, exigiendo cambios estructurales. -
Leicester City y Jamie Vardy (2016)
Jamie Vardy es un ejemplo de lealtad en el fútbol inglés. Tras el milagroso título de la Premier League en 2016 con el Leicester City, Vardy rechazó ofertas de clubes más grandes como Arsenal para quedarse con el equipo que lo catapultó a la fama. Incluso durante temporadas posteriores con resultados irregulares, Vardy mantuvo su compromiso, siendo un pilar del club. Los aficionados del Leicester respondieron con una lealtad inquebrantable, apoyando al equipo en momentos de altibajos, lo que fortaleció la identidad del club. -
Aficionados del Manchester United durante la crisis de la Superliga Europea (2021)
La propuesta de la Superliga Europea en 2021 generó una crisis para el Manchester United, ya que los aficionados percibieron el proyecto como una traición a los valores del fútbol. Los hinchas organizaron protestas masivas contra los propietarios del club, los Glazer, mostrando su lealtad al equipo al exigir que se priorizara la tradición sobre los intereses comerciales. Esta presión llevó al club a retirarse del proyecto, demostrando cómo la lealtad de los aficionados puede influir en decisiones críticas. -
Aficionados de la Vinotinto (Selección de Venezuela)
La selección venezolana de fútbol, conocida como la Vinotinto, no ha tenido grandes éxitos internacionales, pero cuenta con una base de aficionados extremadamente leal. A pesar de los resultados modestos, los hinchas llenan estadios y viajan para apoyar al equipo, mostrando una identificación profunda con los colores y la representación nacional. Esta pasión ha permitido a la federación y patrocinadores capitalizar esta lealtad para fortalecer la marca de la selección.
-
-
En política, la fidelidad ideológica es crucial para mantener la cohesión en tiempos de crisis. Los simpatizantes y militantes que comparten los valores de un partido suelen ser los que defienden la causa, mientras que aquellos contratados solo por experiencia técnica tienden a desertar o permanecer indiferentes. En los negocios, los empleados que consumen el producto o creen en la misión de la empresa suelen ser más resilientes y proactivos durante las crisis, fortaleciendo la marca desde dentro.
-
Conclusión
La fidelidad a la marca, el producto o la ideología no garantiza la excelencia profesional, pero sí fortalece la lealtad y el compromiso, especialmente en momentos difíciles. Contratar solo por experiencia puede resolver problemas a corto plazo, pero carecer de afinidad con la empresa puede generar deserciones o falta de apoyo cuando más se necesita. En última instancia, el éxito depende de cómo se gestione y desarrolle al equipo, equilibrando experiencia, eficiencia y conexión con los valores de la organización.
Add Comment