El 1 de junio de 2025, México celebró las primeras elecciones judiciales en su historia, un proceso derivado de la reforma constitucional impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador para elegir por voto popular a más de 2,600 jueces, magistrados y ministros, incluyendo a la mitad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Sin embargo, el ejercicio estuvo marcado por una baja participación ciudadana y fuertes críticas de la oposición, que acusó al partido gobernante, Morena, de intentar manipular las cifras y politizar el Poder Judicial.
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Baja Afluencia en las Casillas
Según estimaciones del Partido Acción Nacional (PAN), la participación no alcanzó el 10% del padrón electoral, equivalente a menos de 10 millones de votantes de los más de 98 millones registrados. El presidente del PAN, Jorge Romero Herrera, calificó el proceso como un “fracaso” y una “simulación democrática”, respaldado por reportes de observadores que documentaron casillas con mínima afluencia. Por su parte, Morena proyectaba una participación del 20% (unos 20 millones de votos), mientras que la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que incluso un 5% o 10% sería un éxito, dado el carácter inédito del proceso.
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Críticas y Acusaciones de Manipulación
La oposición, encabezada por el PAN y el PRI, denunció irregularidades y un posible “maquillaje” de las cifras de participación por parte del oficialismo. Romero Herrera exigió a Morena no inflar los resultados, advirtiendo que el PAN presentará pruebas de casillas con reportes inflados en comparación con la afluencia real. Ricardo Anaya, coordinador del PAN en el Senado, fue más allá al describir la elección como un “cochinero” y alertó sobre la posible influencia del crimen organizado en la selección de algunos candidatos, un temor compartido por analistas que ven riesgos de politización en el Poder Judicial.
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Desafíos del Proceso
La elección enfrentó múltiples obstáculos: confusión entre los votantes por la falta de información sobre los candidatos, un proceso de selección cuestionado y la percepción de que la reforma busca consolidar el control de Morena sobre el sistema judicial.
-Aunque el objetivo declarado era combatir la corrupción y democratizar la justicia, la baja participación y las críticas han generado dudas sobre la legitimidad del proceso. El PAN anunció que impulsará una contrarreforma para corregir fallos y blindar al Poder Judicial contra influencias externas, incluyendo el narcotráfico.
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Implicaciones para el Futuro
Las elecciones judiciales de 2025 han expuesto tensiones en la democracia mexicana, con un proceso que, aunque histórico, no logró movilizar a la ciudadanía ni generar confianza en amplios sectores. Mientras Morena defiende la reforma como un paso hacia la transparencia, la oposición insiste en que debilita la independencia judicial. Los resultados finales, aún por confirmarse, serán clave para evaluar el impacto de esta reforma y su viabilidad a largo plazo.
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