El temor que las personas tienen al acudir a una cita con el dentista es mucho mayor al que se presenta cuando vas al médico general, aunque se ha estado trabajando entorno a esta “cultura”, donde ya las personas no acuden a una visita odontológica, porque sienten dolor en apenas con las puras revisiones, refirió la odontopediatra Karla Oropeza en entrevista con Mario Flores dentro del podcast/ Replicante.
“Aun así, las personas manejan un nivel de ansiedad y de un gran miedo, que en gran parte resulta que es generacional, porque en el pasado por lo general los padres nos decían que “sí no, nos portábamos bien, nos iban a llevar al dentista para sacarnos los dientes”, dijo Karla Oropeza.
Agregó que, como odontopediatra “trabaja en el manejo del dolor y tratamientos quirúrgicos con el paciente consciente”, es decir se anestesia de manera local, pero la persona continúa consciente, sin embargo esto no ocurre en los Estados Unidos donde para evitar muchas demandas comenzaron a sedarlos totalmente. En el caso de México no hemos llegado a eso.
Karla Oropeza destacó que el nivel de miedo y ansiedad que manejan los dentistas, es bastante alto porque el paciente no llega por gusto, “todos sienten miedo derivado a un trauma de la mamá”.
En el pasado inmediato, las mujeres cada vez que se embarazaban perdían un diente, ya fuese por el manejo de higiene dental o en su defecto por problemas hormonales, lo que derivaba en dolor dental que culminaba con la extracción del diente, prefiriendo el retiro de la pieza que un tratamiento para poder salvarlo, refirió la odontopediatra.
Esto lamentablemente sigue ocurriendo, pues el quitar un diente es lo más fácil y barato, lo que supuestamente es más rápido es la extracción, ahí es donde comienza este camino, ya que el dolor no se quita con una pastilla mágica que te da el dentista, se tiene que hacer un procedimiento donde lo tienen que anestesiar, lo que causa un estrés en los paciente. Esto a pesar de que existen técnicas para eliminar ese tipo de ansiedad.
Para Karla Oropeza como médico estomatóloga especializada en pediatría es mucho más fácil trabajar con niñas y niños porque ellos llegan sin saber nada, es ahí donde uno trata de bajar la ansiedad, aunque está en su mayoría es por predisposición de los papás de los pequeños.
Los papás son los que llegan con ansiedad, a tal grado que se lo trasmiten a sus hijos, “una vez llegó un niño super tranquilo a la consulta, el papá estaba ahí enseguida, súper motivado diciéndole que a él le iba a ir muy bien, que no le va a doler, poniendo tenso al menor”, compartió.